No necesito dormir mucho: lo que para la mayoría es normal, para mí es demasiado, más de seis horas de sueño me resultan un abandono excesivo.. nocivo. Anoche volví a comprobarlo, siete horas en off me reiniciaron con las defensas tan bajas para enfrentar el día que sé de antemano que lo que sigue será un round perdido en la pelea con el mood. Lo sé porque lo siento.. presiento esas secuelas en el alma.
Hoy desperté como si en vez de haber dormido hubiese jugado una partida de ajedrez con los demonios de la noche. Los sueños, o su recuerdo, me son esquivos normalmente al abrir los ojos, y el de anoche o hace un rato no es la excepción: no tengo la menor idea del argumento, pero sí sé que la trama debe haber sido devastadora para mi mente indefensa en ese campo de batalla de gomaespuma. A veces no hace falta conocer los métodos del enemigo para saberse vencido.. y aunque despertar sea oxígeno, algo así como salirse de la guerra, vivo y con la bandera blanca en alto, esto no soluciona nada: no todo es preservar la vida en la vida, y será un día de heridas sangrantes, mutilaciones invisibles, y planteos estúpidos, como suelen serlo las estrategias de restauración sin método ni sustancia.
Esto es una imbecilidad, no tiene sentido. Si por lo menos recordara un sueño inspirador para darle rienda suelta al teclado y pariera un relato de.. realidad ficcionada, interesante para un eventual lector cautivado por cierta habilidad narrativa.. Pero no, nada de eso: ya hasta dudo de la efectividad de la imagen de "partida de ajedrez" como metáfora, porque en realidad me siento como si me hubieran knockeado.
Gus
..QUE HOY SEA AYER SIN MAÑANA
sábado, 20 de febrero de 2010
DANGER... DANGER... DANGER...
Tengo demasiados conejos en la galera y no soy mago: esta basura no es más que una extensión de mi cabeza... ingobernable.
Gus
Gus
miércoles, 17 de febrero de 2010
aquel árbol
había una vez un árbol en una plaza en un barrio de una ciudad de cuyo nombre no sé si quiero acordarme porque me basta con sentir esos calambres en las piernas y dolor en el culo de sólo pensar en aquellos seis loquitos desparramados entre las ramas, no eéscupás la concha'tu madre era una fija si Héctor estaba más arriba, en una rama más alta de ese mundo árbol de medianoche que bautizó por cansancio a la bendita plaza... del árbol, así nomás, a quién carajo le importa Vicente López o el prócer que fuera si ese árbol era árbol y era escalera cósmica que nos disparaba al más acá del más allá pero no lo sabíamos manga de pelotudos que creían llegar al paraíso enramándose hasta el alma que piensa y por pensar no es alma diría García que chupaba whisky en el hall del Coliseo mirando a la plebe con desprecio de ídolo y yo pensaba pedazo de forro qué carajo me importan vos tu scotch y tu sui generis... porque obviamente los escupitajos desde arriba salpicaban a Córdoba que tenía un carácter de la mismísima mierda y algún insólito defecto óseo o muscular o tal vez neurológico que no le permitía acomodar las gambas en ciertas posiciones pese a ser bueno con la pelota y veloz como la puta madre que lo parió y lo abandonó un día pa'irse al otro mundo cosas de la vida y el final que acecha pero no lo sabíamos en ese tiempo deforme de árboles peligrosísimos recitales borracheras y la yuta a la vuelta de cada esquina...
Gus por culpa de Guido
Gus por culpa de Guido
martes, 16 de febrero de 2010
Oregon
Normalmente no encuentro demasiadas dificultades para definir con una simple "etiqueta" aquello que conozco, sin necesidad de abusar de la descripción, pero con la música de Oregon se me queman los libros… y no se si eso se debe a una limitación impuesta por mi propia configuración mental (tara que le dicen), o si es puro mérito de estos señores.Algunos hablan de "world music" o "world folk", y no está del todo mal, pero como calificación me resulta muy vaga, incompleta. Otros dicen “cam jazz”, pero tampoco me convence… y empiezo a sospechar que será imposible explicar con palabras algo que sólo se llega a entender escuchando sonidos: la música de Oregon es tan original e innovadora que no admite rótulos standard.
Entonces, dejando de lado toda pretensión definitoria, sólo se me ocurre decir, a título informativo, que se trata de una fusión muy particular, absolutamente fuera de lo común, decididamente loca. Música instrumental, básicamente acústica, con elementos del jazz perfectamente fusionados con otros más clásicos... una especie de jazz de cámara (ahora lo digo yo), composiciones con un fuerte tema central que se mueve en un contexto casi clásico hasta que se desatan las nada clásicas improvisaciones, armonías jazzeras ejecutadas con técnica de concierto por la guitarra o el piano de Towner, melodías que por momentos respiran la magia del impresionismo (touch de McCandless), una pared monumental que todo lo respalda con igual ductilidad (el estilo muscular de los graves a cargo de Glen Moore), y un remate de gracia: los colores de oriente envueltos en una mística brisa de sándalo, brotando irreverentes de las tablas y la cítara de Collin Walcott…
Oregon Official Website
Para acceder a la discografía de Oregon en mp3, hacé clic ACÁ. Pero dame un par de días, que me falta postear algunos discos... aun.
Gus
lunes, 15 de febrero de 2010
una respuesta más (26/06/2004)
No se impaciente, Don Julio: en cualquier momento le van a cambiar el nombre a esta Edad (que, al igual que usted, veo terminada hace unos cuantos años), y van a decir que la que estamos viviendo empezó el día que el ser humano llegó a la luna, o algo así (en realidad yo propondría algo anterior como punto de cambio de Edad: el descubrimiento de los principios de la electricidad como fuerza aprovechable en condiciones controladas, por ejemplo, ya que casi todas las “maravillas” que se inventaron en los últimos setenta años funcionan enchufadas a un tomacorriente o con una pila inside). Si son sensatos, buscarán un nombre nuevo para la Edad que terminó (esta, cuando la decreten terminada), ya que por haber terminado no puede seguir llamándose Contemporánea (la actual rebautizada sí podría llamarse así, pero para evitar confusiones y que el cambio sea notorio tal vez la llamen Edad Espacial, o algo por el estilo, generando más confusión aun). Ayer hablé del tema con una profesora de historia que vende humitas y locro. Me dijo que la cosa ya se está considerando hace tiempo en los ámbitos de poder de la cultura, y es un hecho que se va a determinar que la Edad llamada Contemporánea terminó hace cuatro o cinco décadas. Lo mismo debe haber pasado siempre: no creo que el día que estalló la Revolución Francesa alguien haya salido a la calle gritando “empezó la Edad Contemporánea carajo!!!”, o con un cartel en el que se leyera “L’Age Moderne a fini”. Seguramente fue unos cuantos años después que, por convención, se estableció ese acontecimiento como hito delimitador de dos períodos históricos.
El nombre “Edad Contemporánea” fue una elección poco inteligente para identificar un lapso temporal que algún día habría de ser sucedido por otro, ya que en cualquier momento en que se lo emplée, debe forzosamente ser provisorio, transitorio. Porque la palabra “contemporáneo” remite al presente, al "hoy, ahora". Sería inconcebible que dentro de algún tiempo, cuando se decrete al fin el fin de la Edad Contemporánea, sólo le pongan otro nombre a la siguiente, ya que al hablar de la que pasaría a ser la anterior, se generaría una gran confusión: una Edad o una era que ya terminó, no puede llamarse Contemporánea (ni puede llamarse Post Contemporánea la que le sigue, porque eso sugeriría la idea de futuro, una locura bajo cualquier punto de vista). Una solución aceptable sería llamar Edad Post Moderna a la que empezó con la Revolución Francesa… rebautizarla post mortem…
Otra respuesta o parte de la misma:
En los últimos cien años, y más exactamente en los últimos cincuenta, pero sobre todo en los últimos veinte, pasaron en el mundo tantas cosas grosas (no digo buenas ni digo malas: digo grosas) que se podría afirmar que el avance del ser humano en el campo de la ciencia y la tecnología fue superior al de toda su historia anterior a lo largo de miles de años. En realidad a mí me parece que esto es solo el resultado de un proceso que estaba en marcha desde muchísimo antes, y que en algún momento tenía que desencadenarse. Sorprende que haya pasado “todo junto” en cien, cincuenta, o veinte años. Pero no debiera sorprender: es como una puerta que se abre en un segundo, después de haber estado pateándola durante cuatro horas. Por miles de años el ser humano necesitó músicos tocando para poder escuchar música, y en los últimos setenta años, no sólo se inventó la manera de grabar sonidos, sino que la técnica evolucionó desde un cacho de pasta magnética de baja calidad sonora y durabilidad limitada, hasta un medio digital grabado y reproducido mediante un láser, casi eterno. Por miles de años la gente moría a causa de enfermedades que hoy se curan con una caja de antibióticos...
Muchos ensayos y procedimientos desarrollados en laboratorios de química y física no fueron posibles hasta contar con la luz eléctrica, el calor (o el frio) artificial generado por medios eléctricos, el microscopio electrónico, la computadora, etc., etc., etc. Por eso creo que el factor más determinante (y desencadenante) de cambios y evoluciones tecnológicas es el uso de la energía eléctrica controlada: después de miles y miles de años “en la oscuridad”, el hombre se avivó de que se podían inventar un sinnúmero de boludeces eléctricas. Ante esto, propondría que esta etapa se llame de alguna manera que aluda a eso, Edad Eléctrica por ejemplo.
Sin embargo… me resisto a hablar de progreso de la especie humana a lo largo de su historia. No creo en la evolución del ser humano, porque no la veo... simplemente. Algunos tal vez confundan las cosas, y piensen que la luz de neón, la penicilina, los aviones, las computadoras y los vibradores son signos de evolución… Es mi opinión que todos los avances en el campo de la ciencia, de la tecnología, pueden ser útiles y valiosos, pero no alcanzan para hablar de evolución progresiva de una especie de seres que se siguen matando por la tierra y el oro. Como sé que difícilmente pueda ser claro en este momento, no lo voy a intentar siquiera. Solo diré que no me parece que el ser humano como animal superior (¿?) haya evolucionado: tan solo cambió. Cambió al ritmo del avance científico. Pero la evolución científica no me parece tan importante si no sirve para domesticar al mono que mata, y lograr que deje de matar: la picana también es una novedad de la era eléctrica, las armas químicas, los misiles teledirigidos y toda la parafernalia ultra sofisticada para la guerra... hablan de la moral del mandril tecnificado.
Resumiendo… no digo que no haya una evolución (que sería estúpido negar) en cierto plano del desarrollo de la humanidad. Digo que ese “avance” no es más que un cambio progresivo desencadenado por la sumatoria de experiencias materiales, y en absoluto revela un crecimiento del ser humano como especie si no va de la mano de una evolución del pensamiento, un avance ético. Sólo pasó que un puñado de mentes brillantes fueron encadenando ideas, arribando a descubrimientos, inventando aplicaciones: la suma de esos granos de arena hizo que se llegara a dónde se llegó. La verdad es que no creo que sea algo como para que nadie se jacte de nada: el Hombre sigue siendo aún la única especie que mata por motivos varios, todos ajenos a un instinto natural de supervivencia, y con plena consciencia del bien y el mal.
Por lo demás.. lo que nos diferencia de las cucarachas es que estas no inventaron algo a lo que no podrían sobrevivir...
Gus
El nombre “Edad Contemporánea” fue una elección poco inteligente para identificar un lapso temporal que algún día habría de ser sucedido por otro, ya que en cualquier momento en que se lo emplée, debe forzosamente ser provisorio, transitorio. Porque la palabra “contemporáneo” remite al presente, al "hoy, ahora". Sería inconcebible que dentro de algún tiempo, cuando se decrete al fin el fin de la Edad Contemporánea, sólo le pongan otro nombre a la siguiente, ya que al hablar de la que pasaría a ser la anterior, se generaría una gran confusión: una Edad o una era que ya terminó, no puede llamarse Contemporánea (ni puede llamarse Post Contemporánea la que le sigue, porque eso sugeriría la idea de futuro, una locura bajo cualquier punto de vista). Una solución aceptable sería llamar Edad Post Moderna a la que empezó con la Revolución Francesa… rebautizarla post mortem…
Otra respuesta o parte de la misma:
En los últimos cien años, y más exactamente en los últimos cincuenta, pero sobre todo en los últimos veinte, pasaron en el mundo tantas cosas grosas (no digo buenas ni digo malas: digo grosas) que se podría afirmar que el avance del ser humano en el campo de la ciencia y la tecnología fue superior al de toda su historia anterior a lo largo de miles de años. En realidad a mí me parece que esto es solo el resultado de un proceso que estaba en marcha desde muchísimo antes, y que en algún momento tenía que desencadenarse. Sorprende que haya pasado “todo junto” en cien, cincuenta, o veinte años. Pero no debiera sorprender: es como una puerta que se abre en un segundo, después de haber estado pateándola durante cuatro horas. Por miles de años el ser humano necesitó músicos tocando para poder escuchar música, y en los últimos setenta años, no sólo se inventó la manera de grabar sonidos, sino que la técnica evolucionó desde un cacho de pasta magnética de baja calidad sonora y durabilidad limitada, hasta un medio digital grabado y reproducido mediante un láser, casi eterno. Por miles de años la gente moría a causa de enfermedades que hoy se curan con una caja de antibióticos...
Muchos ensayos y procedimientos desarrollados en laboratorios de química y física no fueron posibles hasta contar con la luz eléctrica, el calor (o el frio) artificial generado por medios eléctricos, el microscopio electrónico, la computadora, etc., etc., etc. Por eso creo que el factor más determinante (y desencadenante) de cambios y evoluciones tecnológicas es el uso de la energía eléctrica controlada: después de miles y miles de años “en la oscuridad”, el hombre se avivó de que se podían inventar un sinnúmero de boludeces eléctricas. Ante esto, propondría que esta etapa se llame de alguna manera que aluda a eso, Edad Eléctrica por ejemplo.
Sin embargo… me resisto a hablar de progreso de la especie humana a lo largo de su historia. No creo en la evolución del ser humano, porque no la veo... simplemente. Algunos tal vez confundan las cosas, y piensen que la luz de neón, la penicilina, los aviones, las computadoras y los vibradores son signos de evolución… Es mi opinión que todos los avances en el campo de la ciencia, de la tecnología, pueden ser útiles y valiosos, pero no alcanzan para hablar de evolución progresiva de una especie de seres que se siguen matando por la tierra y el oro. Como sé que difícilmente pueda ser claro en este momento, no lo voy a intentar siquiera. Solo diré que no me parece que el ser humano como animal superior (¿?) haya evolucionado: tan solo cambió. Cambió al ritmo del avance científico. Pero la evolución científica no me parece tan importante si no sirve para domesticar al mono que mata, y lograr que deje de matar: la picana también es una novedad de la era eléctrica, las armas químicas, los misiles teledirigidos y toda la parafernalia ultra sofisticada para la guerra... hablan de la moral del mandril tecnificado.
Resumiendo… no digo que no haya una evolución (que sería estúpido negar) en cierto plano del desarrollo de la humanidad. Digo que ese “avance” no es más que un cambio progresivo desencadenado por la sumatoria de experiencias materiales, y en absoluto revela un crecimiento del ser humano como especie si no va de la mano de una evolución del pensamiento, un avance ético. Sólo pasó que un puñado de mentes brillantes fueron encadenando ideas, arribando a descubrimientos, inventando aplicaciones: la suma de esos granos de arena hizo que se llegara a dónde se llegó. La verdad es que no creo que sea algo como para que nadie se jacte de nada: el Hombre sigue siendo aún la única especie que mata por motivos varios, todos ajenos a un instinto natural de supervivencia, y con plena consciencia del bien y el mal.
Por lo demás.. lo que nos diferencia de las cucarachas es que estas no inventaron algo a lo que no podrían sobrevivir...
Gus
Crónicas Marciales: La transfiguración
Estaba claro que era su primer día de vacaciones.
Con expresión confundida deambulaba entre las mesas de la confitería del hotel preparadas para el desayuno. Usaba lentes y pelo corto. Llevaba una camisa hawahiana roja con grandes magnolias estampadas en blanco por dentro del jean azul que un inadecuado cinturón de vestir calzaba a la altura del ombligo. Las botamangas del pantalón, prolijamente arremangadas hacia afuera, dejaban ver un indescifrable calzado de colores.
Estaba claro también que el tipo se veía tan cómodo y ubicado como un cangrejo en una bañadera.
La transfiguración comenzó cuando atendió el celular.
Esbozó una tibia resistencia mientras balbuceaba " es que estoy de vacaciones" ... pero enseguida se rindió.
Una presencia invisible hizo cambiar el brillo de los ojos, el arco de las cejas, las arrugas de la frente y rápidamente se extendió alterando el color de las mejillas y la expresión de los labios.
Ya era demasiado tarde.El tipo impartía precisas instrucciones sobre pagos y cheques mientras se sacaba una molesta pelusa de la solapa del traje gris oscuro.
Sin dejar de hablar por teléfono atravesó los ventanales del piso 15 caminando con paso seguro.
La corbata dorada de seda era el escudo de un guerrero brillando al sol de la mañana.
Flotó sobre la playa y puso rumbo al Este, donde detrás de los acantilados y el desierto lo esperaba su oficina.
Antes de que se perdiera de vista pude distinguir como el indescifrable calzado de colores se convertía en un impecable par de mocasines irremediablemente negros.
Cap. Nemo
Con expresión confundida deambulaba entre las mesas de la confitería del hotel preparadas para el desayuno. Usaba lentes y pelo corto. Llevaba una camisa hawahiana roja con grandes magnolias estampadas en blanco por dentro del jean azul que un inadecuado cinturón de vestir calzaba a la altura del ombligo. Las botamangas del pantalón, prolijamente arremangadas hacia afuera, dejaban ver un indescifrable calzado de colores.
Estaba claro también que el tipo se veía tan cómodo y ubicado como un cangrejo en una bañadera.
La transfiguración comenzó cuando atendió el celular.
Esbozó una tibia resistencia mientras balbuceaba " es que estoy de vacaciones" ... pero enseguida se rindió.
Una presencia invisible hizo cambiar el brillo de los ojos, el arco de las cejas, las arrugas de la frente y rápidamente se extendió alterando el color de las mejillas y la expresión de los labios.
Ya era demasiado tarde.El tipo impartía precisas instrucciones sobre pagos y cheques mientras se sacaba una molesta pelusa de la solapa del traje gris oscuro.
Sin dejar de hablar por teléfono atravesó los ventanales del piso 15 caminando con paso seguro.
La corbata dorada de seda era el escudo de un guerrero brillando al sol de la mañana.
Flotó sobre la playa y puso rumbo al Este, donde detrás de los acantilados y el desierto lo esperaba su oficina.
Antes de que se perdiera de vista pude distinguir como el indescifrable calzado de colores se convertía en un impecable par de mocasines irremediablemente negros.
Cap. Nemo
viernes, 12 de febrero de 2010
Desde Chile. Crónicas Marciales
Caminando por las callecitas del balneario de Iquique, ubicado en el Norte de Chile,uno puede encontrarse con edificios como "el Faro de Cavancha".
Fíjense que bonito el cartel con el nombre en la fachada, está justo al lado de la puerta principal. El condominio está rodeado por un muro de algo mas de 2 metros de altura , y, enganchados en los alambres sobre la pared hay cada tanto unos ilustrativos cartelitos como el que se ve en la foto . No se lee bien? acá se ve mejor:
"Por la razón o por la fuerza", dice en el escudo de nuestros vecinos... ¿Casualidad? Diría mas bien coincidencia.
No extrañan tanto entonces, las decisiones de las mayorías a la hora de votar
Cap. Nemo
Sai qué?
La casualidad no existe.
Todo es "causal", nada es "casual".
Todo lo que llega a nuestras vidas, cada situación por la que pasamos, es por algún motivo. Sai Baba en la India enseña las "cuatro leyes de la espiritualidad" que hablan justamente sobre esto.
La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
La cuarta dice: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Ante esto, confieso que estoy entre mi escepticismo constitutivo y cierto desagrado.. como entre una espada y una pared (peor: como entre dos espadas). El escepticismo es un rasgo de mi naturaleza racional, y el desagrado surge de la sospecha de que lo que este tipo dice podría ser cierto.. De esto último no tengo nada que decir.. sólo puedo fundamentar lo que razonablemente mi pensamiento elabora:
Esto dispara en mí el mismo mecanismo mental, racional, que me lleva a no creer en "entidades invisibles dotadas de poderes supremos según el imaginario popular", y desechar toda idea fatalista, tal como la de un destino trazado, predeterminado por.. ¿qué, quién?
Obviamente ninguna de estas dudosas "leyes" resisten el menor análisis epistemológico sin hacerse añicos: la pretendida validez universal de esas pseudo premisas se basa en el dogma y sucumbe ante el más elemental cuestionamiento lógico. Por otro lado, pecan de obviedad. O peca de ingenuidad el lector que desde las dos primeras frases no descubre el tartamudero intelectual con que se pretenderá codificar lo evidente mediante un enredo fatalista.
"La casualidad no existe. Todo es causal", "nada es casual".. no dice algo que se pueda probar, y por lo tanto se convierte en dudoso sustento de doctrina extremista que se ampara en un dogmatismo análogo al de la ICAR, vea.. (aunque en este caso suene "digital").
¿La causa sin causa de todas las causas? ¿Un arquitecto universal (sin nombre en este caso) que diseña de tal manera que todo resulta predeterminado? Destiny? Hmmm...
Gus
Todo es "causal", nada es "casual".
Todo lo que llega a nuestras vidas, cada situación por la que pasamos, es por algún motivo. Sai Baba en la India enseña las "cuatro leyes de la espiritualidad" que hablan justamente sobre esto.
La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
La cuarta dice: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Ante esto, confieso que estoy entre mi escepticismo constitutivo y cierto desagrado.. como entre una espada y una pared (peor: como entre dos espadas). El escepticismo es un rasgo de mi naturaleza racional, y el desagrado surge de la sospecha de que lo que este tipo dice podría ser cierto.. De esto último no tengo nada que decir.. sólo puedo fundamentar lo que razonablemente mi pensamiento elabora:
Esto dispara en mí el mismo mecanismo mental, racional, que me lleva a no creer en "entidades invisibles dotadas de poderes supremos según el imaginario popular", y desechar toda idea fatalista, tal como la de un destino trazado, predeterminado por.. ¿qué, quién?
Obviamente ninguna de estas dudosas "leyes" resisten el menor análisis epistemológico sin hacerse añicos: la pretendida validez universal de esas pseudo premisas se basa en el dogma y sucumbe ante el más elemental cuestionamiento lógico. Por otro lado, pecan de obviedad. O peca de ingenuidad el lector que desde las dos primeras frases no descubre el tartamudero intelectual con que se pretenderá codificar lo evidente mediante un enredo fatalista.
"La casualidad no existe. Todo es causal", "nada es casual".. no dice algo que se pueda probar, y por lo tanto se convierte en dudoso sustento de doctrina extremista que se ampara en un dogmatismo análogo al de la ICAR, vea.. (aunque en este caso suene "digital").
¿La causa sin causa de todas las causas? ¿Un arquitecto universal (sin nombre en este caso) que diseña de tal manera que todo resulta predeterminado? Destiny? Hmmm...
Gus
martes, 9 de febrero de 2010
viernes, 5 de febrero de 2010
viernes perverso
Sé que lloverán gotas de plomo
perlas deformes como mi alma
gris, agarrada, distante
como esos gatos nocturnos
enorme
gesto felino de su ignorada naturaleza
dios bestia de la oscuridad
en guerra para siempre
Sé que desperté a una pesadilla
Mañana es otro día…
Gus
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