..QUE HOY SEA AYER SIN MAÑANA

lunes, 15 de febrero de 2010

una respuesta más (26/06/2004)

No se impaciente, Don Julio: en cualquier momento le van a cambiar el nombre a esta Edad (que, al igual que usted, veo terminada hace unos cuantos años), y van a decir que la que estamos viviendo empezó el día que el ser humano llegó a la luna, o algo así (en realidad yo propondría algo anterior como punto de cambio de Edad: el descubrimiento de los principios de la electricidad como fuerza aprovechable en condiciones controladas, por ejemplo, ya que casi todas las “maravillas” que se inventaron en los últimos setenta años funcionan enchufadas a un tomacorriente o con una pila inside). Si son sensatos, buscarán un nombre nuevo para la Edad que terminó (esta, cuando la decreten terminada), ya que por haber terminado no puede seguir llamándose Contemporánea (la actual rebautizada sí podría llamarse así, pero para evitar confusiones y que el cambio sea notorio tal vez la llamen Edad Espacial, o algo por el estilo, generando más confusión aun). Ayer hablé del tema con una profesora de historia que vende humitas y locro. Me dijo que la cosa ya se está considerando hace tiempo en los ámbitos de poder de la cultura, y es un hecho que se va a determinar que la Edad llamada Contemporánea terminó hace cuatro o cinco décadas. Lo mismo debe haber pasado siempre: no creo que el día que estalló la Revolución Francesa alguien haya salido a la calle gritando “empezó la Edad Contemporánea carajo!!!”, o con un cartel en el que se leyera “L’Age Moderne a fini”. Seguramente fue unos cuantos años después que, por convención, se estableció ese acontecimiento como hito delimitador de dos períodos históricos.
El nombre “Edad Contemporánea” fue una elección poco inteligente para identificar un lapso temporal que algún día habría de ser sucedido por otro, ya que en cualquier momento en que se lo emplée, debe forzosamente ser provisorio, transitorio. Porque la palabra “contemporáneo” remite al presente, al "hoy, ahora". Sería inconcebible que dentro de algún tiempo, cuando se decrete al fin el fin de la Edad Contemporánea, sólo le pongan otro nombre a la siguiente, ya que al hablar de la que pasaría a ser la anterior, se generaría una gran confusión: una Edad o una era que ya terminó, no puede llamarse Contemporánea (ni puede llamarse Post Contemporánea la que le sigue, porque eso sugeriría la idea de futuro, una locura bajo cualquier punto de vista). Una solución aceptable sería llamar Edad Post Moderna a la que empezó con la Revolución Francesa… rebautizarla post mortem…

Otra respuesta o parte de la misma:
En los últimos cien años, y más exactamente en los últimos cincuenta, pero sobre todo en los últimos veinte, pasaron en el mundo tantas cosas grosas (no digo buenas ni digo malas: digo grosas) que se podría afirmar que el avance del ser humano en el campo de la ciencia y la tecnología fue superior al de toda su historia anterior a lo largo de miles de años. En realidad a mí me parece que esto es solo el resultado de un proceso que estaba en marcha desde muchísimo antes, y que en algún momento tenía que desencadenarse. Sorprende que haya pasado “todo junto” en cien, cincuenta, o veinte años. Pero no debiera sorprender: es como una puerta que se abre en un segundo, después de haber estado pateándola durante cuatro horas. Por miles de años el ser humano necesitó músicos tocando para poder escuchar música, y en los últimos setenta años, no sólo se inventó la manera de grabar sonidos, sino que la técnica evolucionó desde un cacho de pasta magnética de baja calidad sonora y durabilidad limitada, hasta un medio digital grabado y reproducido mediante un láser, casi eterno. Por miles de años la gente moría a causa de enfermedades que hoy se curan con una caja de antibióticos...

Muchos ensayos y procedimientos desarrollados en laboratorios de química y física no fueron posibles hasta contar con la luz eléctrica, el calor (o el frio) artificial generado por medios eléctricos, el microscopio electrónico, la computadora, etc., etc., etc. Por eso creo que el factor más determinante (y desencadenante) de cambios y evoluciones tecnológicas es el uso de la energía eléctrica controlada: después de miles y miles de años “en la oscuridad”, el hombre se avivó de que se podían inventar un sinnúmero de boludeces eléctricas. Ante esto, propondría que esta etapa se llame de alguna manera que aluda a eso, Edad Eléctrica por ejemplo.
Sin embargo… me resisto a hablar de progreso de la especie humana a lo largo de su historia. No creo en la evolución del ser humano, porque no la veo... simplemente. Algunos tal vez confundan las cosas, y piensen que la luz de neón, la penicilina, los aviones, las computadoras y los vibradores son signos de evolución… Es mi opinión que todos los avances en el campo de la ciencia, de la tecnología, pueden ser útiles y valiosos, pero no alcanzan para hablar de evolución progresiva de una especie de seres que se siguen matando por la tierra y el oro. Como sé que difícilmente pueda ser claro en este momento, no lo voy a intentar siquiera. Solo diré que no me parece que el ser humano como animal superior (¿?) haya evolucionado: tan solo cambió. Cambió al ritmo del avance científico. Pero la evolución científica no me parece tan importante si no sirve para domesticar al mono que mata, y lograr que deje de matar: la picana también es una novedad de la era eléctrica, las armas químicas, los misiles teledirigidos y toda la parafernalia ultra sofisticada para la guerra... hablan de la moral del mandril tecnificado. 
Resumiendo… no digo que no haya una evolución (que sería estúpido negar) en cierto plano del desarrollo de la humanidad. Digo que ese “avance” no es más que un cambio progresivo desencadenado por la sumatoria de experiencias materiales, y en absoluto revela un crecimiento del ser humano como especie si no va de la mano de una evolución del pensamiento, un avance ético. Sólo pasó que un puñado de mentes brillantes fueron encadenando ideas, arribando a descubrimientos, inventando aplicaciones: la suma de esos granos de arena hizo que se llegara a dónde se llegó. La verdad es que no creo que sea algo como para que nadie se jacte de nada: el Hombre sigue siendo aún la única especie que mata por motivos varios, todos ajenos a un instinto natural de supervivencia, y con plena consciencia del bien y el mal.
Por lo demás.. lo que nos diferencia de las cucarachas es que estas no inventaron algo a lo que no podrían sobrevivir...
Gus

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando en el régimen nazi, quemaban los libros de Freud, le preguntaron que opinaba de tal acto, su respuesta fue para sorpresa de los periodistas: "veo que el hombre ha evolucionado", y ante las miradas incrédulas de quienes lo escuchaban agregó "en la Edad Media, me hubiesen quemado a mí" Pn

Gustavo dijo...

Supongo que los nazis no lo quemaron a él porque no les habrá parecido "civilizado" hacerlo, o no lo habrán podido capturar... no sé, usté sabe que no soy un tipo muy informado, y menos en historia... pero más allá de que la ironía de Freud esté buena, creo que esa "evolución" que hizo que no lo quemaran a él, es más de forma que de base: en el siglo... XX? ya no estaba muy bien visto quemar seres humanos públicamente, la cámara de gas o la jabonería eran prácticas mucho más discretas...