..QUE HOY SEA AYER SIN MAÑANA

sábado, 19 de junio de 2010

Crónicas del Grillo1.Un comienzo

En aquellos días un humano se presentó ante el grillo y le pidió que perdonase sus pecados.

El grillo le respondió:
No es facultad del grillo el perdonar
Solo tú puedes perdonarte
Pero antes debes comprenderte
Y para comprenderte antes debes conocerte
Y para conocerte antes debes preguntarte

Es facultad del grillo ayudarte a formular las preguntas

De allí surge la sentencia:" Menos perdona el grillo y pregunta"

Fragmento de un manuscrito encontrado en Villa Luzuriaga en 1973

Crónicas del Grillo 2.De cómo Elías encontró el manuscrito


Elías D Ánnunzio era el hijo de un inmigrante. Su viejo, Guiseppe, nació en Pescara, una pequeña ciudad de los Abruzzos Italianos y llegó a la Argentina luego de la segunda Guerra Mundial. La ciudad había sido destruída por los bombardeos y él había perdido todo.
Recién llegado a Buenos Aires, conocío a María, con quien rápidamente se casó y tuvo a Elías, su único hijo, ya que María murió por una infección luego del parto.
Guiseppe se las arregló para criar a Elías mientras laburaba en una carpintería, pudo darle una educación y hacerle estudiar para maestro mayor de obras.
Elías estaba noviando con Marta cuando a Giuseppe un día el corazón le dijo basta. Con algunos ahorros que el viejo les dejó y lo que sacaba con su trabajo, sumado a lo que Martita hacía "cosiendo para afuera" pudieron comprar un terrenito en Villa Luzuriaga para empezar a hacerse la casita soñada.
Fue una mañana de Domingo de 1973, mientras Elías cavaba los cimientos de lo que iba a ser su casa, cuando la pala chocó contra unas piedras. Al removerlas encontró, envuelto en lo que parecían los restos de ropajes muy antiguos, una especie de bolso o cartera de cuero que contenía el manuscrito.

Crónicas del Grillo 3. Villa Luzuriaga

Villa Luzuriaga se encuentra en el Partido de la Matanza. Hay muchas versiones sobre el origen del nombre del Partido. Una de las más conocidas habla de un enfrentamiento entre los Querandíes y los colonizadores Españoles. Cuenta que en el año 1536 una columna de soldados dirigidos por Diego de Mendoza, hermano de Pedro de Mendoza, avanzó siguiendo el curso del Riachuelo y fue sorprendida por los aborígenes, con los que sostuvo una cruenta batalla. Desde entonces a estos lugares se los comenzó a llamar como la “zona de la matanza”.

Crónicas del grillo 4.Querandíes y Grillanos

Cuando llegaron los Españoles hacía mas de 11.000 años que la pampa húmeda estaba habitada .
Los Querandíes vivían de la caza de venados, guanacos, ñandues y perdices, como así de la pesca y de la recolección de vegetales silvestres. Para ello disponían de boleadoras, arcos y flechas.
En los libros de historia podemos leer que creían en un Dios que llamaban Soychu, y en un espíritu del mal al que conocían como Gualichu. Nada dicen, sin embargo, acerca de un reducido grupo, que el Manuscrito describe como “Los Grillanos” y que no participaban de ésta creencia.
Según cuenta el Manuscrito, éstos aborígenes sabían que los grillos, tal como ahora conocemos que ocurre con las ballenas, habían desarrollado un lenguaje en su canto. Luego de miles de años de escucharlos todas las noches, habían descubierto que el sonido que producían tenía sutiles variables , breves silencios, cambios de frecuencia e intensidad, diferentes tonalidades, toda una intrincada serie de códigos que a través del tiempo fueron descifrando hasta llegar a interpretarla en su totalidad y comprender el lenguaje de los grillos de la misma forma que el del resto de los querandíes.
Sin embargo, eso no era todo… al decodificar el lenguaje “grillano” se dieron cuenta de que no era solamente una forma de comunicación entre ellos.
Los grillos funcionaban como una gigantesca antena receptora y emisora de algo mucho mas grande...

Crónicas del grillo 4.Querandíes y Grillanos

Cuando llegaron los Españoles hacía mas de 11.000 años que la pampa húmeda estaba habitada .
Los Querandíes vivían de la caza de venados, guanacos, ñandues y perdices, como así de la pesca y de la recolección de vegetales silvestres. Para ello disponían de boleadoras, arcos y flechas.
En los libros de historia podemos leer que creían en un Dios que llamaban Soychu, y en un espíritu del mal al que conocían como Gualichu. Nada dicen, sin embargo, acerca de un reducido grupo, que el Manuscrito describe como “Los Grillanos” y que no participaban de ésta creencia.
Según cuenta el Manuscrito, éstos aborígenes sabían que los grillos, tal como ahora conocemos que ocurre con las ballenas, habían desarrollado un lenguaje en su canto. Luego de miles de años de escucharlos todas las noches, habían descubierto que el sonido que producían tenía sutiles variables , breves silencios, cambios de frecuencia e intensidad, diferentes tonalidades, toda una intrincada serie de códigos que a través del tiempo fueron descifrando hasta llegar a interpretarla en su totalidad y comprender el lenguaje de los grillos de la misma forma que el del resto de los querandíes.
Sin embargo, eso no era todo… al decodificar el lenguaje “grillano” se dieron cuenta de que no era solamente una forma de comunicación entre ellos.
Los grillos funcionaban como una gigantesca antena receptora y emisora de algo mucho mas grande...

Crónicas del Grillo 5. La curiosa epopeya de Cleto de Mendoza.

Don Cleto de Mendoza había nacido en Segovia en 1508. Era primo del adelantado Don Pedro de Mendoza, y se embarcó con él rumbo al nuevo mundo en 1535. Desembarcó en las costas del Río de la Plata y el 3 de Febrero de 1536 , pocos meses antes de su muerte en combate, acompañó a su primo en la Fundación del puerto de Santa María del Buen Ayre.

Cleto no era bien visto por sus camaradas. Taimado y engañoso, la lealtad no se contaba entre sus escasas virtudes. Durante la prolongada travesía, se ganó el desprecio del resto de la tripulación , que había aprendido a conocerlo.
Al llegar a América, atribulado por las burlas de sus compañeros , que no se cansaban de hacer rimas de mal gusto con su nombre, decidió abandonarlos.
Cautivado por la inicial amabilidad de los Querandíes para con los conquistadores, se fue a vivir con ellos ,y así conoció al grupo de los grillanos.

Don Cleto era un minucioso observador de usos y costumbres, y tenía además la peculiar habilidad de aprender rápidamente las lenguas extranjeras. Después de algunas semanas se comunicaba fluídamente con los indígenas.
Se ganó su confianza, lo que habla claramente de la proverbial ingenuidad de los pueblos originarios de éstas Pampas, y en las largas noches de fogones compartieron con Cleto sus conocimientos.

A diferencia del resto de los aborígenes, los Grillanos habían desarrollado la escritura, que practicaban horadando tablillas de madera. Así conservaban sus conocimientos que se transmitían y se iban enriqueciendo de generación en generación.Lamentablemente las tablillas fueron luego quemadas por los conquistadores.

Sin embargo no todo se perdió...Don Cleto de Mendoza, en cuanto descubrió la existencia de éstas escrituras, se dedicó a traducirlas casi sin descansar. Febrilmente las transcribía en un manuscrito, en el que además hacía anotaciones marginales sobre las impresiones que recibía de su convivencia con los Grillanos.

A medida que se le revelaban los conocimientos de las tablillas, Cleto calculaba cuánto podrían pagarle por ellos a su regreso a España, o mejor aún, veía que tal vez le sirvieran para tramar intrigas y conseguir poder.

Seguramente el día de la batalla contra la columna de Diego de Mendoza ,en el mes de Julio, los grillanos ya sospechaban que Cleto los traicionaría a ellos también. Al fin y al cabo, eran ingenuos pero también aprendían rápido, o quizás el grillo les avisó, vaya uno a saber.

Las crónicas de la época cuentan que Don Cleto de Mendoza murió en el combate. Su cadáver tenía las piernas pialadas por un par de boleadoras Querandíes y la espalda atravesada por una lanza Española.

Su manuscrito se perdió hasta que un Domingo de Otoño de 1973 fue desenterrado por Elías DÁnnunzio.