¡Cómo no voy a amar a esta puta máquina del demonio, cómo no sentirme atraído por ella? Hace años, digamos veinte años por decir algo, me gustaba escribir, tenía lapiceras de colores, cuadernos, líquido corrector, sello fechador, sobres y cajas para guardar borradores, copias de cartas y cuadernos llenos, y todo lo necesario para ser ordenado y prolijo. Todo eso era necesario: hoy ya no lo es, hoy de la prolijidad, del orden y de mucho más se ocupa Word. También me gustaba la música, y tenía pilas de discos y casetes bastante bien cuidados, porque si no se estropeaban y sonaban para el culo (pero aún extremando delicadezas, se deterioraban igual por el simple uso). Comprar y coleccionar revistas, especialmente de música, era otra de mis debilidades: tenía un par de cajas llenas de material gráfico perdiendo el color y el olor de la imprenta, atrayendo polillas… Ahora parece como que nada existiera, porque casi no ocupa lugar físico, pero en realidad sí existe, y no envejece. Puedo almacenar una cantidad enorme de información, imágenes y todo lo que se me ocurra, sin tener que comprar naftalina para poner en los cajones y estantes repletos de papel que el tiempo amarillea. Puedo tener toda la música que quiera guardada en discos compactos, y una buena cantidad en mi PC, y además de ocupar un espacio mínimo, no se deteriora la calidad del sonido. Y si quiero ver videos, ya no hace falta una VCR enchufada al televisor para reproducir el contenido de esas enormes y frágiles cajas de plástico: basta con meter un CD en la lectora de la PC, y mirar. Pero lo más maravilloso, lo que más me atrapó para definitivamente convertirme en un usuario fanático de la PC, es que está todo “ahí”: sentado frente a la máquina puedo leer, escribir, escuchar y grabar música, ver videos, jugar, consultar enciclopedias, navegar por ese inmenso mar que es la web, y una infinidad de cosas más, sin mover el culo de la silla. Pa’mí, después del control remoto de la tevé, la computadora es el invento más groso producido por la tecnología humana…
Gus
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