..QUE HOY SEA AYER SIN MAÑANA

viernes, 18 de abril de 2008

Espejito, espejito...

Las pavadas ingeniosas, cuando son expresadas por voces célebres, suelen contar con la adhesión de esa mayoría que parece tener plumas verdes en el cerebro. No me lo banco, quiero estar afuera de ese circo. Prefiero abstenerme de decir o repetir berretadas que apuntan a convencer desde la forma.. porque no tienen contenido. Para eso trato de no decir nada que no se refiera a mí mismo (trato de no decir nada de nada, porque no creo que haya algo de la propia piel hacia fuera que valga la pena de ser dicho). A veces no puedo evitarlo y escribo pelotudeces para la turba, pero estoy bastante a salvo: mi blog no lo visita nadie.
Alguien (no se quién) dijo alguna vez que el rostro es un reflejo del alma.. Yo no sé qué carajo es el alma, pero razonablemente sospecho que el tipo se refería al mood, o a una sumatoria de factores ocultos que definen el estado interior (única analogía sensata que daría sentido a la apreciación, aunque a costa de la pretendida originalidad). Como sea, si es verdad que la cara es una imagen virtual del alma y revela su estado, mi alma debe estar muy mal, hecha una verdadera porquería, un trapo sucio volátil..
Con el tiempo vamos aprendiendo a no ser del todo objetivos al evaluar la imagen que nos devuelve el espejo. Es así, y está bien que así sea. Supongo que se trata de un natural mecanismo de defensa espontánea no consciente, que nos protege del colapso del ego y el subsiguiente estallido cerebral autoinducido.. Yo, sin embargo, decidí prescindir de esos paliativos (que me caen como una limosna), elegí excluirme de la parodia que muchos montan en torno a la propia imagen para falsearla y mejorarla, opté por rechazar las píldoras doradas. Me niego a ir detrás de lastimosos engaños. No trato de verme como no soy, enmarcándome en una virtualidad lamentable. Me cago en las truchas estrategias de autodefensa: que se vengan los años, que aparezcan las arrugas y las canas, que crezca la panza y se ablanden los músculos, que se alteren las formas y los ojos pierdan agudeza, que el amigo cada vez lo sea menos.. a mí no me afecta (o sí, pero en todo caso, no habiendo absolutamente nada que hacer al respecto..).
Los optimistas de siempre dirán que hay maneras de mantenerse o mejorarse, demorando los estragos del tiempo en el cuerpo. Ja, ja, ja, boludeces, puras boludeces. No estoy dispuesto a auto flagelarme con ridículas prácticas gimnásticas y/o cosméticas sólo para verme un poco mejor (¿cuánto es un poco, un diez por ciento?, no, ni en pedo: no me anoto).
Veo en el espejo lo que realmente muestra, lo que hay, lo que queda, y lo acepto tal cual es con sombría resignación. Masticando esa indigerible mezcla de bronca e impotencia, pero resignado al fin: no me verán arrodillado, ni tratando de evitar lo inevitable. Lo último que quisiera es la autocompasión.
Estoy bastante estropeado. Sé que podría ser peor, sé que muchos a mi edad están más arruinados y parecen más viejos, pero eso no significa que yo sea una maravilla. Ni ahí. Cargo medio siglo en mi espalda, y lo siento. La imagen.. es algo efímero. Efímero y subjetivo. No me importa lo que los demás opinen sobre lo que ven: me importa lo que yo veo. Y lo que veo en el espejo deja bastante que desear. Si los seres humanos tuviéramos fecha de vencimiento, yo ya estaría para la góndola de las ofertas.
Esta condición de la naturaleza que inexorablemente nos hace envejecer, convirtiéndonos progresivamente en una porquería que si no tiene la suerte de pasar a barajas en tiempo y forma corre el riesgo de terminar babeándose en una silla de ruedas (etc.), no es lo único deplorable de la vida: hay más, mucho más..
¡Qué falta de respeto, qué desconsideración! ¡¿Por qué me tiraron acá sin explicarme nada, sin siquiera preguntarme si me quería quedar?!

guS

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