..QUE HOY SEA AYER SIN MAÑANA

martes, 15 de julio de 2008

Nostalgias

En los últimos años, tratando de justificar el placer mórbido que experimento cada vez que un resbalón del alma hacia atrás me lleva a visitar el pasado, creo haber escrito fragmentos que, recopilados, revisados y ordenados, podrían ser un tratado (una apología) de la nostalgia. No sé si la nostalgia es buena o mala; no sé si es un sentimiento sano o inofensivo o perverso; no sé nada al respecto, ni me importa: sólo puedo asociar la noción de nostalgia con cierta voluptuosidad más o menos retorcida, algo así como una droga light que podría no serlo tanto.. pero que en todo caso no deja de seducirme y atraerme.
Antes de continuar, voy a intentar una definición de "nostalgia" acorde a mi visión de su naturaleza, porque la definición oficial no me convence (según el diccionario de la RAE, nostalgia sería "Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida"). Hace mucho noté que la palabra nostalgia podía descomponerse en dos partículas, nost y algia, la primera "adverbial", y la segunda "sustantiva". Algia significa dolor, y como sufijo requiere que la partícula a la que precede defina la localización del mismo (ej.: lumbalgia, neuralgia, mialgia, etc.). "Nost" podría provenir de gnosis, que deriva del término griego "guignosco", y etimológicamente significa "conocer". En este punto, armando el puzzle, digo que nostalgia es el dolor de lo conocido.. la manera en que el pasado (lo único ciertamente conocido) duele al evocarlo en el presente. Y ante esto, me declaro un perverso que goza maltratándose emocionalmente..
Desde que escuché la frasecita de Sabina, no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió, no dejé de repetirla como idiota cada vez que mi compulsión a la recurrencia me llevaba a lo mismo. Y también dije muchas otras cosas que, correctamente interpretadas, habrían revelado lo que yo, bastante lento cuando de mí se trata, recién descubrí hoy..
La frase de Sabina es contundente, redondita, y seduce porque también es poesía, pero.. Pero, pero, pero.. no me convence. ¿Por qué peor, peor que qué? Peor las pelotas: la nostalgia en general me sienta bien, y esa añoranza que evoca lo que no fue.. es mi preferida. Respeto sentimientos y opiniones diferentes, al que le joda la nostalgia que cambie de canal y mire otra película. Yo soy habitué de Volver..
Lo que se me acaba de revelar es precisamente mi especial devoción por la nostalgia de lo que, pudiendo haber sido, no fue. Esas patinadas de mi mente hacia el ayer siempre son consecuencias de algo. Ese algo, el vehículo mágico que me dispara de una violenta patada en el alma al túnel del tiempo, casi siempre es la música; y fue justamente escuchando música que se me aclararon las cosas. Me di cuenta de que la nostalgia más fuerte, la que más me atrapa, es la que aparece cuando escucho canciones que no escuchaba (porque no eran mi palo), hace 25 o 30 años. Se me vuela la cabeza ante la música que sonaba en ese escenario que para mí estaba vedado. Me deslumbra de nostalgia esa música que era en cierta forma la banda de sonido de lo que no podía ser (porque yo ya era mi peor enemigo), y entonces no fue. Me causa placer ahora escuchar lo que no escuchaba cuando no hacía lo que no hacía. En cambio la música que sonaba en el living de mi casa, en el de la del gordo Collarini, en la de Analía, en la de Guido o Guillermo después, me tira una carga de nostalgia down, y aparece un sentimiento muy onda bajón. Como si no quisiera recordar lo que realmente fue, como si eso sí me hiciera mal..
COROLARIO: dado que para mí lo peor es lo que me hace mal, digo sin remilgos que no hay nostalgia mejor que añorar lo que nunca jamás sucedió..
guS

8 comentarios:

marcelainn dijo...

!!!

Anónimo dijo...

Creo que es bueno sentir nostalgia a veces, eso significa que tienes algo bueno que recordar, o que esperas algo, en el caso de que tengas nostalgia de algo que nunca sucedió.

Gustavo dijo...

No, no, no... estimado Anónimo: lo que tu dices estaría bien para otro/s, tal vez para la mayoría, pero...¡joder, que yo soy un bicho muy retorcido!, y entonces no me va. Porque noventa y nueve de cada cien episodios de nostalgia en mí se dan como regresiones del alma a sucesos (y no-sucesos) que muy poco tienen de bueno. Lo placentero de la evocación sólo suelo hallarlo en ese juego mórbido de dejar que mi espíritu se traslade a lo peor de mi historia, o casi.

Anónimo dijo...

Y cuando hablo de la nostalgia que me invade desde la esquina de lo que nunca sucedió... no necesariamente se debe pensar en la espera (mucho menos en la esperanza) de algo: sólo asistido por una inexistente nave del tiempo impulsada por mágicos sortilegios, podría esperar que lo que no fue hace 20 o 30 años se concrete... ¡hace 20 o 30 años!, en su momento, en tiempo y forma, para después volver al futuro (al presente) y degustar esa nostalgia rectificada, por que de otra manera... no way: hoy ya es tarde.
Gus

alefadinha dijo...

yo coincido con la frase de Sabina, aunque creo que antes ya alguien más la había dicho: siento mucha nostalgia por lo que pudo haber sido y no fue, eso que no sucedió. Ahí si siento un sentimiento de pérdida, pérdida de la ocasión, de la oportunidad que se escapó...antes solía regodearme bastante es esas sensaciones como una adicta a la melancolía...con el mismo vehículo que vos , generalmente, la música.Pero era música que si había sonado cuando algo no sucedió. Creo que ya estoy curada de eso, pero a veces puede que recaiga bajos otras formas más misteriosas que aún no detecto del todo...

Gustavo dijo...

A veces me pregunto si la nostalgia no será producto de esa parte que no fué de lo que sí fue..

alefadinha dijo...

ah! buena pregunta...creo que por ahi va la cosa...

Gustavo dijo...

Creo lo mismo. No: estoy seguro en realidad..