Del rock and roll de estas tierras sólo me gusta lo que se hizo... antes de Malvinas. Ese es el único hito que se me ocurre, y lo siento como algo más que un simple punto de quiebre o cambio: siento que algo pasó en aquella época, y tenga o no que ver con la guerra, pasó justamente en aquella época, no antes, no después, pasó a partir de ahí, y a partir de ahí hay un antes y un después de la guerra contra el imperio del rock. Pero no podría explicarlo, tal vez porque no tengo una explicación, tal vez porque no me interesa tenerla ni poder explicar nada: es así y punto.
Lo que no me gusta de Los Redondos, Divididos, La Renga, etc., o lo que hace que no me gusten esas bandas, tiene un definido sabor a lo que empezó a pasar (y a sonar) en la post guerra, cuando algo se perdió para siempre, y algo medio... “antinatural” apareció en los discos y en los escenarios del rock argentino. (Lo de “antinatural” es una opinión personal, y me hago cargo. No tengo ganas de forzar mi frágil mente para explicarlo, salvo que sea muuuyyy necesario.)
Me gustan las viejas bandas de rock and roll argentino. Polifemo, El Reloj, Pescado Rabioso, Pappo’s Blues, Manal, y algunas olvidadas, esa onda. Me parece que un puñado de bandas con personalidad le dieron un matiz muy particular al rock rioplatense a.M. (antes de Malvinas), y entonces creo que hablar de “rock (and roll) argentino” es algo que le cabe más a lo de aquella época casi prehistórica que a las movidas que vinieron después. Porque era rock and roll, y era argentino. Tenía identidad. Con esto no estoy diciendo que las bandas de rock actuales no la tengan: aunque no me gusten, creo que también tienen una identidad... argentina. Pero... no sé, no sé por dónde pasa eso que tanto me desagrada de grupos como La Renga, Los Redondos, Callejeros y, en general, todos los que tocan rock de por acá. ¿Será sólo porque no tienen un Spinetta como Pescado, o un Lebon como Polifemo, o un guitarrista como Pappo, o habrá algo más?
Gus
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