La desfiguración realzó un desorden de personalidad múltiple latente, transformándolo en el villano psicópata conocido como Dos Caras.
Un distintivo de los crímenes de Dos Caras fue la relación con el número dos y las dualidades en general.
Dos Caras no era totalmente malvado. Antes de cometer de UN crimen, lanzaba al aire una moneda que tenía una marca en uno de sus lados. Si el lado con la marca caía boca arriba, Dos Caras cometía el crimen sin cuestionar el resultado.
Nunca fui aliado de Batman, no soy fiscal de ningún distrito, y nadie me echó ácido en la cara. Pero sospecho que sí me rociaron con algún fluido cáustico.. el alma. Y el resultado de ese atentado quedó plasmado en mi cara. Como prueba, esta foto es irrevocable..
¿No notás nada.. no la cazaste todavía? Te la hago fácil, dividiendo mi rostro en dos hemisferios..
El derecho:
Cara de boludo alegre, mirada naif.. expresión que parece denotar sorpresa (por vayaunoasaberqué). Si imaginamos la línea de corte de la foto como eje de simetría, del otro lado, en el cual la imagen faltante de mi rostro se presume similar a la que se ve, aparentemente estaríamos ante un rostro despreocupado y.. feliz aunque no sonría.
El izquierdo:
Imagináte ahora, montado sobre la línea de corte, un espejo que refleje este hemisferio completando ni rostro.. Es evidente que esta mitad izquierda de mí es la de un atormentado total.. un estropeado de aquellos, que para colmo usa reloj..
No tengo un ojo más chico que el otro.. y la cosa no pasa por ahí en realidad. En algunas fotos, inconscientemente (un tic tal vez), cierro un poco el izquierdo (o abro el derecho). Pero en esta imagen, el efecto, aunque no buscado, simboliza algo..