los ojos de la noche
miden la mañana
acechan traman deciden
matan
la luz de vitral de cenizas
un guiño del mal calla las aves
la risa
mi esperanza de mendigo
que junto como piedritas de la calle
para armar ese castillo de sueños
que no es ni nunca será:
es el fin
un fin de gato acorralado
por un ejécito de ratas
invencibles, brutales
despiadadas
yo, hoy
(Gus)